La era del despojo.Descolonialidad y las nuevas formas de colonización/ocupación |
Munir Fasheh, Gilberto López y Rivas, Catherine Walsh (Modera: Orlando Aragón) |
Universidad Iberoamericana – Ciudad de México Prol. Paseo de la Reforma # 880 Col. Lomas de Santa Fe. México, D.F. |
18 de noviembre de 2015
Gilberto López y Rivas: La devastación mundial de seres humanos y naturaleza, que es propia del capitalismo desde su surgimiento, pero en pleno siglo XXI, con la transnacionalización actual se ha exacerbado exponencialmente. La violencia sistémica del antihumanismo, así como los procesos de reproducción del capital, y su búsqueda Insaciable de ganancia, sostiene Barkin, son incompatibles con la vida humana, como la vida de la propia naturaleza que este sistema destruye de manera integral. En suma, el capitalismo trasnacional es descrito como expoliador, despótico, depredador, genocida, y terrorista, y se vive por la mayoría desposeída y excluida como una verdadera tragedia social, como lo podemos constatar en nuestro país en estos días, con el crimen de estado y lesa humanidad de las ejecuciones extrajudiciales y la desaparición forzada e impune hasta la fecha de las decenas de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero. Esto es el capitalismo en esencia. Es, fue…, es y será violencia sistémica. También en el despojo del plan territorial, las descripciones que hace Barkin del extractivismo minero, no hablaremos del extractivismo académico en un lugar como este, con su destrucción del medio ambiente. Ríos, lagunas, flora, fauna, vida humana, biodiversidad, para el caso del Perú, México, Chile, etcétera, constituyen un material valioso para fundamentar las luchas contra la minería abierta que, como en el caso de nuestro estado, en Morelos, o Guerrero, en Oaxaca, amenaza los territorios, especialmente los indígenas, acorde a las investigaciones realizadas por no es nuestro colega Eckart Boege. En el análisis de esta reconfiguración mundial existen coincidencias con Barkin en otros rubros, por ejemplo, considerar al crimen organizado, a la economía mafiosa, ilícita y criminal como otra forma de acumulación del capital trasnacional parasitario, a la que se le atribuye el 5% del Producto Interno Global, por cierto. El dinero denominado sucio va a parar a los grandes megabancos y empresas financieras. En este sentido, he destacado que el narcotráfico es un arma de recolonización y de inserción del terrorismo global de estado por otras vías distintas a las guerras neocoloniales. Por ello, estamos de acuerdo en asumir lo que se denomina “dialéctica de la totalidad capitalista”. Para descifrar cómo se entroncan las lógicas de acumulación de los capitales transnacionales del narcotráfico y el crimen organizado en general, con los grandes intereses geopolíticos de las oligarquías imperialistas en estas guerras de recolonización, como en los casos de México y Colombia, o los de Afganistán e Irak, sin soslayar la participación de la CIA y la DEA y otros organismos de inteligencia estadounidenses y europeos en el tráfico de armas, drogas, y personas, y en su administración, regulación y control. Por ejemplo, en Afganistán, después de la ocupación por Estados Unidos y sus aliados, creció dieciséis veces el consumo y la comercialización de estupefacientes, cómo explicarnos si hay un control militar del país. En esta dirección, Pilar sostiene que está reorganización económica se basa en una violencia tal que se despliega principalmente a través de dos grandes partes: la guerra contra el terrorismo y la guerra contra el crimen organizado.
Bueno, como ya me están pasando la tarjeta roja voy a concluir: el capitalismo desde su nacimiento y a lo largo de estos siglos se ha constituido y desarrollado en dos dimensiones inseparables e interrelacionadas, indisolubles, y ultrapuestas, como una estructura de clases en los estados naciones nacionales y multinacionales, dentro de la cual se establece un sistema de hegemonía y tiene lugar la dominación y la resistencia de las clases subalternas y de grupos diferenciados, étnica o nacionalmente, o incluso naciones subalternas llamadas por Sergio Salvi “naciones prohibidas”, y, en segundo término, como sistema mundial entre naciones que da curso a las distintas estructuras de explotación colonial, neocolonial, e imperialista. De esta manera, si la acumulación del capital es universal la forma nacional de dominación le da su particularidad histórica y su geografía, esto es su matriz espacio-temporal. En esta relación contradictoria y complementaria se despliegan las tendencias universalistas integracionistas globalizadoras o mundiales versus las tendencias particularistas, diferencialistas o segregacionistas del capitalismo, que se expresan también en el interior de las propias fronteras nacionales, por ejemplo las políticas indigenistas, que por un lado son asimilacionista,s en el nivel federal, por ejemplo, y en el nivel regional son segregacionistas, como el caso de Chiapas, entonces se mantiene separados, segregados, a los pueblos indígenas. Pesa esta globalización cultural, ideológica y política, tienen lugar en el ámbito planetario la resistencia de los explotados y excluidos: pueblos originarios, afrodescendientes, mujeres, homosexuales, jóvenes indignados, estudiantes, obreros, y aún sectores intermedios que conforman lo que yo denominó pueblo-nación, y que se manifiestan contra los efectos depredatorios del neoliberalismo, a los que hay que añadir los vulnerados hoy directamente por la violencia, que en países como México se les ha impuesto una guerra social por la vía de construir un enemigo interno: el narcotráfico, y el externo del terrorismo, que militariza el territorio, que criminaliza la protesta social y que ocupa todos los espacios públicos para incrementar el control del estado oligárquico e imperialista. En la época actual, caracterizada por una profundización de las tendencias universalistas del capital, vislumbramos, paradójicamente, en el campo de lo alternativo, el tránsito de procesos que buscan disolver vínculos, nación y burguesía, y experiencias incipientes, como las zapatistas de gobiernos autónomos, o en el caso del confederalismo democrático del pueblo kurdo. Estas contradicciones se dan en el interior de nuestras naciones, y conforman parte de la cuestión nacional. También. en esta época de profundización de las tendencias universalista del capital. los distintos agrupamientos políticos, democráticos, y revolucionarios, requieren plantearse los términos posibles de la existencia de una nación de un agrupamiento de carácter popular, pluralista, democrático, autonómico, junto con un proyecto de mundialización alternativa. Muchas gracias.
Orlando Aragón: Muy bien, pues con estas dos intervenciones, con estos dos panoramas, con estas dos reflexiones sobre la diferencia de la educación, del aprendizaje sobre estos problemas globales que nos está dibujando el profesor Gilberto López y Rivas, y esta necesidad de tender un puente justamente entre estas dimensiones que han sido presentadas, pues le cedemos sin más al público la palabra para que, pues como es el objetivo de este foro, puedan establecer un diálogo, o se puede establecer un diálogo entre todos, entre todos y todas. Entonces, no sé quién…, si hay alguien que quiera participar. Si les parece vamos haciendo un grupo de participación de tres o de cuatro, y damos la palabra a los ponentes, y así vamos teniendo tiempo para participar. Entonces, por allá…
Fabián Bonilla: Buenas tardes a todos y todas, mi nombre es Fabián Bonilla, hijo de una migrante Ñu Savi que, a diferencia de muchos Ñu Savi, se asentaron en la zona poniente de la Ciudad de México. Es decir, mi familia se asentó en esta zona de Santa Fe y Tacubaya antes de que se convirtiera en lo que es ahora Santa Fe; y bueno, mi comentario va en el sentido de que pensar la decolonialidad es precisamente abrir el espacio para los lapsos temporales largos y pensar precisamente un proceso de gentrificación…
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…un fracaso de cierto marxismo, de varios marxismos, un marxismo más heterodoxo, pero creo que es posible retomar, entonces mi pregunta va más en ese sentido, si pensamos al estado como un estado…, bueno, como los estados de hoy en día, como un estado capitalista, como un estado que existe, como un estado de clase, finalmente como un estado de terrorista, que sería un estado decepción a la vez, ¿cómo podemos retomar, teóricamente y en la práctica, el hecho de que sea un eje articulador de todo esto?, ¿cómo está sucediendo?, porque hoy en día…, ¡vamos!, frente a todos los discursos posmodernos, que no están mal ni están bien, simplemente son diferentes, la lucha de clases se ha hecho a un lado, cosa que creo que es un eje primordial de todo esto. Menciona Marx, por ejemplo, el despojo de los recursos naturales, todo esto, y finalmente ¿quién es la gente que lleva o que vive la represión?, ¿quién es la gente que está sufriendo esos males climáticos con mayor ímpetu?, ¿quién es la gente que está sufriendo esos cambios? El terrorismo de estado contra quiénes…
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…a Munir, hacerle algunas preguntas que también me provocan. ¿Cómo se conciben los sujetos en un sistema de dominación múltiple, no sólo entendido este sistema como un sistema altamente autoritarista, sino también creando subjetividades? ¿De qué manera, o maneras, decolonizamos cuerpos, mentes, lenguajes, corazones? ¿Cuáles son esas maneras, además de las resistencias en este caso concreto, de nuestro papel de estudiantes, de personas comunes y corrientes? ¿De qué manera decolonizamos…
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Munir Fasheh: Cada vez que vemos las cosas…, cada vez que en Palestina a la gente se le deja sola para hacer lo que se tiene que hacer hay mucha más respuesta que con las grandes organizaciones. Por ejemplo, durante la tercera intifada, entre 1967 y 1991 tuvimos dos cosas para resistirnos a lo que…, una de ellas fueron dos conferencias internacionales que iban en contra de lo que Israel había hecho de cerrar las escuelas, y las instituciones, y las universidades. A Israel no le importó, pero cuando la gente joven empezó a construir comités para manejar su propia vida Israel fue muy duro en contra de estos comentaristas liberales, y yo me preguntaba por qué es que cuando pequeños grupos tratan de apropiarse de su territorio, de criar a sus hijos, y de hacer lo que se tiene que hacer, representa un peligro mucho más grande para Israel que las grandes conferencias globales. Eso me llevó a escribir un artículo que decía que Israel, como todos los grandes poderes, no le tiene miedo al libre pensamiento ni a la libre determinación si está dentro del sistema, pero cuando los jóvenes se unen y hacen lo que tienen que hacer, en pequeños grupos, entonces sí es muy atemorizante, porque no lo están haciendo de una forma dentro del sistema hegemónico dominante. Así que la diferencia está en los medios, y en las conferencias globales los medios son universidades, escuelas, expertos, intelectuales, pero cuando hablamos de comunidades pequeñas el medio es simplemente la gente, y estos pequeños librepensadores, comentaristas liberales, forman lo que se llama Muj yaguara, pequeños grupos que se autodetermina; y las grandes organizaciones tienen sus herramientas, las herramientas son institucionales, son las escuelas, los colegios, las universidades, pero los pequeños grupos que son miles, organizados hacen lo que se tiene que hacer, y nada más, y ahí es donde entra la esperanza para mí. Pero durante los pasados cuatro años hemos descubierto también el rol que tienen las grandes ciudades a alebrestar el orden establecido. Lo que tenemos que aprender a ligar es este gran movimiento de las ciudades cuando la gente sale a las calles de improvisto, toma las calles y dice no a la opresión. Cuando podamos ligar esas grandes movilizaciones masivas en las ciudades con estos miles de grupos que hacen lo que tienen que hacer en sus comunidades, dentro de su territorio, habremos ganado ventaja. Nuestras herramientas son grupos pequeños. También hay herramientas masivas, pero esas pasan una o dos veces al año, cuando toman las calles, pero realmente nuestra respuesta está a baja escala. Los palestinos tuvimos suerte las dos veces que nos dejaron solos, y pudimos hacer las cosas sin que un gobierno nos impusiera lo que debería de ser, un orden. La primera de esas fue durante 1971 al 78, donde los palestinos fuimos dejado solos, la gente se organizó en grupos, hizo lo que tenía que hacer. Israel se enojó muchísimo por esto, pero la gente estaba actuando bajo su propio mando. Cuando se cerraron las universidades y las escuelas realmente fue una bendición disfrazada, porque los propios sujetos empezaron a prender lo que ellos querían aprender. Como ya lo dije en la mañana, tenemos que tomar control sobre los significados que les damos a las palabras, porque estamos siendo dominados desde dentro, con los significados que externamente les dan a las palabras y que nosotros internalizamos. Durante los pasados 44 años he estado trabajando con la juventud sobre las palabras que realmente necesitamos, y a las que les tenemos que crear un significado, y cuáles son los significados que realmente necesitamos crear y recrear. Las palabras institucionales son venenosas y no son neutrales, y quiero recordarles también a todas las personas aquí que hay que repensar las palabras que usamos, que las instituciones nos han legado con sus significados, debemos también de luchar en contra de los significados porque son venenosos.
Gilberto López y Rivas: Bueno, primero que nada, completamente de acuerdo con mi colega Munir, que lo más importante, en términos de luchas emancipatorias, está en la construcción de esos espacios, de esos espacios autonómicos, de esos espacios donde la gente va construyendo poder desde abajo, y que es lo que más pavor causa a todas las formas de dominación a nivel planetario. Creo que, por ejemplo no se ha hablado para nada en estos días, en que están bombardeando Siria, sobre el papel que han estado jugando la juventud y los combatientes y las combatientes kurdas contra el estado islámico, que son las que en el terreno, y no desde los cómodos barcos en el océano, que bombardean incluso matando gente inocente, sino en el terreno han estado, conquistando, palmo a palmo, terreno al estado islámico, y en donde han muerto muchísimas gentes. Es verdaderamente impresionante cómo hay una bomba en Beirut, y al día siguiente una en París, y en todos lados se canta la marsellesa. Ahí está también la colonialidad de la tragedia, y de las víctimas. Nadie se acuerda de las miles de víctimas Irak, un millón de muertos, cuatro y medio millones de desplazados. ¿Quién canta el himno nacional de lo que fue en algún momento Irak? Entonces evidentemente que, como dice Munir, las grandes conferencias no son tan efectivas como lo es la construcción esta, del poder popular que están tejiendo se tanto en Palestina como en Kurdistán, o como aquí en México con los zapatistas. En este sentido, yo veo muy esperanzador las noticias que uno ve de desde la escuela zapatista, desde lo que fue el seminario, y cómo, en un gran porcentaje son los jóvenes los que están ahí participando cuando uno ve estas…, los votones, por ejemplo, de la escuelita, jóvenes. Es decir, hay realmente una guerra contra los jóvenes, es una guerra permanente, sistemática, de todo tipo, ya sea por la vía de la alienación, de las drogas, etcétera, o ya sea por la vía del escapismo y del hedonismo, y de la cultura pop, entonces ambas cosas hacen un daño terrible, pero hay que ver también, y resaltar, a la gran cantidad de jóvenes que se ven representados en Ayotzinapa, por los que están participando en Cherán, a los que están en la CRAC, policía comunitaria, los que están en la lucha de la resistencia antiminera, de los que están en las luchas contra los megaproyectos. Es decir, tendemos a hacer una generalización, pero somos injustos en esa generalización, y yo creo que hay millones de jóvenes en el mundo entero que están luchando contra el sistema, en verdad. Y sobre las ciencias sociales, yo he estado denunciando en cuanto foro se me deja que nos enfrentamos ante un complejo militar y de inteligencia en donde las ciencias sociales están tomando un papel cada vez más importante. Es decir, he denunciado la utilización de los antropólogos en las guerras de Irán y de Afganistán, como le llaman ellos, el proyecto de equipos humanos en el terreno, y que funcionan en todas las brigadas de combate en Irán y en Afganistán, y el papel que juegan los antropólogos en esto, y cómo la lectura de los manuales de contrainsurgencia nos hacen ver el rol que hoy dan a las ciencias sociales los militares, como los ojos y los oídos culturales de sus guerras de contrainsurgencia, y ahí están los científicos sociales, y ahí están los geógrafos. He estado denunciando las Expediciones Bowman, que empezaron aquí en México en el 2007, 2006, con el proyecto México indígena, y que hoy ahorita mismo, están en Honduras, con Peter Herlihy a la cabeza, el doctor Peter Herlihy y Thomson y Demarest, que son los tres jinetes del Apocalipsis de la participación de los geógrafos en la contrainsurgencia. Ellos están haciendo cartografía participativa con las comunidades indígenas, cooptando dirigentes indígenas a los cuales presentas en las universidades; y la universidad en San Luis Potosí, aquí, la Autónoma de San Luis Potosí, no respondió nadie las acusaciones que les hice desde La Jornada sobre su complicidad con esas expediciones Bowman, y tampoco la universidad Francisco Morazán, la pedagógica de Honduras respondió, ni la de Costa Rica respondieron, sobre la actuación de estos geógrafos que están siendo pagados directamente por el Pentágono. Ya no es el Instituto Lingüístico de Verano, donde suponíamos que tenían el dinero de las grandes Iglesias fundamentalistas, reaccionarias, del sur de los Estados Unidos. Aquí es directamente el pentágono, ustedes pueden verlo. Incluso si googlean, como se dice hoy, métanse a Iniciativa Minerva, Minerva Initiative, en inglés, y vean ahí a quien premiaron, a estos geógrafos que están ahorita con tres millones de dólares para hacer sus investigaciones en el terreno. Entonces, cuando nosotros hablamos de una ciencia social militante, comprometida, etcétera, estamos hablando porque del otro lado hay por lo menos medio millón de doctorados que están trabajando para el Father no sé qué, de la madre esa que se llama de la secretaría, de defensa de la madre, de la Modern Land que le llaman ellos, y que son doctorados de las mejores universidades, y que reciben dinero cada año. 350 proyectos son premiados por la iniciativa Minerva, y están en los campos, en las principales universidades, y se hacen, como se dice aquí, los güeyes, los que aquí en México son asociados [Se corta el audio] a los psicólogos que está participando en cómo hacer las torturas de la manera tal que culturalmente, como se testimonió en Irak, cómo el papel de los animales o de las mujeres con los hombres árabes para que confesara. Es decir, hay sociólogos, hay psicólogos, hay geógrafos, hay antropólogos. Están metidos hasta la cocina; y reclutan abiertamente en las universidades estadounidenses a los que hablan otra lengua, los que tienen otras culturas, precisamente para ver cómo chingados nos conquistan culturalmente hablando, y cómo hacemos las redes de liderazgo, o cómo hacemos las redes transfronterizas, cómo se comunican entre sí las tribus, etcétera, etcétera, etcétera. Demarest, el ideólogo, el teniente coronel Demarest, de las expediciones de Bowman, sostiene una hipótesis muy simple pero muy evidente, que tenemos nosotros desde el 27 constitucional, tiene un librote así para ilustrarlo, entre comillas ilustrarlo, que la propiedad colectiva de la tierra es la matriz de la contrainsurgencia, y de la criminalidad. Eso es lo que dice Demarest, ergo, si quiere darse el desarrollo hay que privatizar, hay que privatizar las tierras. Entonces ahí están las ciencias sociales operando, todo el tiempo, y la complicidad de las universidades, y de los colegios profesionales, que no dice ni pío sobre esto. Claro, porque entonces no te van a invitar al congreso que va a tener lugar en el…, no sé, en Washington, o no sé en qué pinche lugar. O sea, hay mucho que perder. O no te van a publicar en la revista de reconocido prestigio internacional, que después del Playboy cuál otra. Entonces está el puntillismo, por eso yo hablaba del extractivismo académico. El extractivismo académico que roban los saberes de los pueblos y nunca retorna a los pueblos absolutamente nada, que nunca acompañan las luchas, que se van apenas viene la policía, y ahí te quedas tú, pues. Entonces, bueno, ¿cómo decolonizar?, es que en este momento…, después, cada vez que uno lee sobre la naturaleza de la crisis, la magnitud de la crisis, yo creo que ya están dejando de tener sentido izquierda, derecha. Yo creo que es cosa de sobrevivimos o no sobrevivimos. Allá a ver, qué le entren. Que si la derecha quiere seguir pasando en su conchita de no sé…, pues que siga viviendo ahí, pero nos va a llegar a todos por igual; bueno, no a todos por igual, naturalmente. Siempre hay los paraísos a donde refugiarse, pero evidentemente que está llegando a tal punto las contradicciones en el terreno de lo ecológico y lo político, etcétera, que está siendo una necesidad de responder a esto, estamos llegando a tal grado que, o respondemos, o la especie humana, ¡capum!, desaparece. Esto está visto, por ejemplo Atilio dice en su libro éste de imperialismo, que para que Estados Unidos tenga el nivel de vida que lleva ahorita, requeriría seis o siete tierras para el petróleo, para el litio, para el oro, la plata, etcétera, etcétera, etcétera. Zibechi escribió un artículo, que han sacado como…, no sé, alrededor de ocho veces el oro y plata que sacaron en la colonia éstas mineras de hoy, de oro y de plata. Ocho veces lo de toda la colonia en estos años de neoliberalismo y de ocupación de nuestro territorio. Hasta Xochicalco, que es patrimonio de la humanidad, está en una concesión minera. Ahí está en una concesión minera, por la Secretaría de Economía, ¿por qué no ponemos las concesiones mineras, a lo mejor no les va a gustar, pero aquí en Santa Fe, o en las Lomas? ¿Por qué las concesiones mineras?, pues en los lugares donde están los pueblos indígenas, donde esta gente más jodida de todo el territorio. ¿Porque los territorios son los lugares invadidos por las trasnacionales? No, tú tienes mucha razón, también estos territorios son invadidos por las transnacionales, y creo que lo que tú expusiste pues tiene una lógica irrefutable, en términos de qué está izquierda, o estos que dicen que son de izquierda, pues lo que hicieron fue lo que soñaron los neoliberales, desde Miguel de la Madrid hasta el iletrado que nos gobierna. ¿Qué cosa hicieron?, pues, por ejemplo, la comunicación a través del segundo piso. Ellos la querían. Es decir, en términos de comunicación de automóviles están haciéndola, los megaproyectos que tú dices, y que le dieron en la torre a todos lados. Entrando, por ejemplo, ahorita están haciendo una megatienda en donde era la clínica de locos de San Rafael, ahí es donde debieron meter a todos esos cabrones, ahí están haciendo un megaproyecto, un megaproyecto que está siendo detenido por los vecinos. Entonces, evidentemente que lo que tú expusiste tiene toda la razón del mundo, es un proyecto trasnacional gestionado por una izquierda transnacionalizada, y que traicionó todos los principios de su fundación. Claro que sí debemos de retomar, y siempre volverlo a retomar, el concepto de lucha de clases. Pues sería ciego si…, y el concepto imperialismo, también, porque esos conceptos siguen vigentes. Que me vengan a mí a demostrar que el imperialismo no existe. Por ejemplo, yo estudio la dimensión militar, yo no soy economista, yo soy antropólogo, la dimensión militar. Estados Unidos mantiene alrededor de unas entre seis mil y ocho mil bases alrededor de todo el mundo. Estados Unidos tiene el gasto militar de más del 50% del gasto militar de todos los países del mundo. Que me digan a mí que ese no es un tipo, al menos de colonialismo o neocolonialismo, porque estas bases son bases del capital, son las defensas del capital, las defensas armadas del capital. Entonces, bueno, aquí se dijo que a las tres terminábamos y yo soy muy indisciplinado, me quiere pasar la nota roja aquí mi camarada Orlando, entonces yo les agradezco aquí muchísimo por el momento es todo, y gracias.
Orlando Aragón: No sé si tendríamos…
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Munir Fasheh: Cuando hablo del islam hablo de la sociedad en la que yo vivía, con su experiencia de cuando inició el islam, el islam que él conoce, en los primeros mil años, con el transcurso de mil años, en aquel entonces no existía ningún tipo de armamento, y lo que sí llegó a florecer en muchas veces, y en muchos lugares, incluyendo en España, era la sabiduría; y lo que en realidad nos está dañado en la escuela en los últimos años es que estamos siendo orgulloso de ser esclavizados. Cuando inicié, estudiando la matemática, estaba simplemente aprendiendo lo que me estaban queriendo dar, haciendo entender, sin cuestionar el por qué; y cuando enseñé matemáticas enseñé lo que se me fue dictado a enseñar, en base a los libros que me dieron igual sin llegar al cuestionamiento del par qué. Entonces, como estudiante fui un esclavo y como el profesor fui esclavo, y me pidieron que fuera orgulloso de…, que me hicieron creer que era orgulloso porque era un buen estudiante y porque era un buen maestro, y en realidad lo que me enseñaron a ser es ser orgulloso de ser un buen esclavo, y para mí esta es la raíz de la destrucción que estamos viendo hoy en día en el mundo. Es todo.